domingo, 15 de noviembre de 2009

OTRA DE VALLES...

¿Tienen la culpa las aves rupícolas del Pirineo de que en Guipuzcoa y en Barcelona haya miles de jovenes desempleados?Porque muchos de ellos son escaladores, con muchísimo tiempo libre y con su juguete preferido: el taladro, una herramienta diseñada para el bricolage y la construcción, el building.Lo que pasa es que estos escaladores se están sirviendo de ella para el "climbing", una estrategia muy discutible pues comporta, a menudo, cada vez más, "equipar" desde arriba con los anclajes parabolt.¿Pero no habíamos quedado en que escalar una montaña era subirla desde abajo? Está visto que ya no es así. Vías clásicas de trazado espléndido, en Troumouse, en el Vignemale, en el Ossau, en Riglos, auténticos desafios de Ollivier, los Ravier, Jean Couzy, Montaner y tambien de Ursi, Navarro y Rabadá, Ascaso, Pitarch y Alcay, etc, etc, han caido en el olvido, no se escalan, y muchas de ellas ni siquiera han sido repetidas.A cambio se está perpetrando un auténtico ensañamiento, un encarnizamiento, en las paredes, soleadas y accesibles, del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un sitio único en el mundo, patrimonio de la Humanidad, donde ya se han abierto, utilizando la máquina de taladrar en los últimos años, 23 vías en el Tozal, 70 en el Gallinero y unas 30 en la Fraucata. La pared de Duascaro, el santuario del buitre quebrantahuesos tampoco se ha librado del taladro y al menos cuenta ya con tres itinerários.Esos tiparracos que abrieron con taladros la vía "Orgullo Gay" han podido desalojar al quebrantahuesos que mantiene una posición débil y delicada frente a los buitres comunes, y que puede perder su hábitat definitívamente. Mi previsión es que la escalada tendrá que ser limpia y sostenible o acabará prohíbida en casi todos los espacios naturales.¿Qué hacer entonces?
Muy sencillo. Si ya te compraste un taladro, guardalo en el trastero.Quien sabe. Tu mamá, tu esposa, tu tía, pueden pedirte que les cuelgues un bonito cuadro en la pared.
Jesús Vallés

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